Durante estos 15 años que llevo buceando en cuevas he tenido
percances sustos, alegrías muchas risas y me ha tocado vivir dos accidentes en inmersiones
no muy complicadas.
Os cuento uno de ellos, tal vez el más grave. Lo siento si me
enrollo mucho, mero merece analizar todos los detalles.
Fue en el año 2010, aunque no estoy seguro ya que esa inmersión
no la tengo apuntada en mi libreta.
Como muchos viernes me desplazo a mi club de buceo (Gised de
Alicante) para cargar las botellas y planificar con mi compañero la inmersión a
realizar, esta vez seria en la cueva de Moraig.
Mientras cargamos las botellas aparece un socio, (no voy a
dar nombre de los implicados) y nos pregunta que a donde vamos a ir, yo le
comento que a la cueva del Moraig. Me dice si nos puede acompañar, le digo que
por supuesto que no, que no tiene formación de buceo en cuevas. Se siente
ofendido ya que él es buceador profesional y que esta harto de entrar a sitios
estrechos a trabajar y que se agobia.
Después de una larga conversación que confiesa que quiere
venir para ver unos sensores que hay en la cueva que miden el caudal de la
salida de agua de la cueva. Y que quiere pasar un presupuesto para ver si el
los cambia. Y me promete que dé hay no va a pasar,
Al final le dejo acompañarnos, pero no muy a gusto por la
decisión, ya que mi compañero me insiste que no pasa nada.
Bueno pues el “profesional” se dirige al coche y aparece con
su equipo de buceo.
Bimono de 15 litros acoplado a un chaleco de recreativo de
scubapro de 20 litros según él, además estas botellas de 15 litros son muy
pesadas. Me cometa que él va a montar cuatro cámaras de alta a las 4 salidas de
las dos botellas con sus 4 cámaras de bajas.
Le comento que ese chaleco lo es el ideal que monte solo dos
manaras de alta, y que le instale un latiguillo de 2 metros en unos de sus
reguladores. Su repuesta fue muy contundente, tu a mí me vas a enseñar a
bucear. Tras la repuesta ya no le comento nada más sobre las deficiencias de su
equipo.
Llega el día de la inmersión comenzamos a montar equipos,
coincidimos allí con un alemán que también iba a bucear, este llevaba en RB80 y
un torpedo Silent.
Al final el “profesional “decide hacer una inmersión con su
bimono de 15 litros una botella de etapa de 15 litros también, se ofrecí una
S80 de las mías, pero no la quiso, y como lastres un “rosario” con más de 8
kilos de plomos, a mi parecer demasiado plomo, pero yo no le iba a enseñar a
bucear.
Decidimos al final utilizar tercios del bibo para la inmersión,
y de la botella de etapa solo para hacer la parte de mar, y dejar el reto de
gas de la botella de etapa por seguridad.
Pues vamos al agua, llagamos a la entrada de la cueva y
entramos sin mayores problemas, el agua muy limpia, avanzamos hasta donde se
encuentran los puntales “el profesional” se queda mirada los sensores, y mi
compañero y yo seguimos avanzando. Y comienza los errores.
El primero yo so se al final que iba hacer “el profesional”
si miraba los sensores y salía o se quedaba allí hasta nuestro regreso.
A eso de 300 metros de penetración oigo un pitido (nadie
llevaba ningún sistema en el equipo para realizar sonidos) me giro mi compañero
me ve que doy la vuelta sin avisarle de nada y me sigue. A los pocos metros me
veo una escena que jamás pensaba que vería en mi viva. “El profesional” boca
abajo con las aletas pegadas al techo y luchando para darse la vuelta.
Analizo la situación y pienso que ha tenido un fallo en su bárbula
de hinchado del traje, recuerdo haber tenido esa conversación de ese supuesto días
antes. Me dirijo al, le suelto el latiguillo de hinchado del traje, y cogiéndole
de la piernas intento ayudarle a coger la posición de navegación, durante unos
minutos luchando y no consiguiendo darle la vuelta veo en su mano un cuchillo
de grandes dimisión y veo como se pinche el traje, veo como cae a plomo al
fondo, una vez en el fondo intento ayudarle a coger flotabilidad hinchandole el
chaleco, y tras varios intentos veo que del estrés anterior a arrancado la tráquea
del chaleco, en ese momento también veo que ha perdido una aleta y el otro pie
fuera de la bota con la aleta.
En ese momento me hace la señal que no tiene aire, y aquí empieza
el espectáculo, pienso que solo ha ido consumiendo aire de una de las botellas
y no ha ido balaceando el gas de las botellas. Aquí es segundo error el llevar 4
reguladores como no sé dónde esta sus manómetros no sé qué botella esta vacía o
si están vacías las dos, la botella de 15 litros de etapa no sé dónde la ha
dejado, después de unos 30 segundo de intentar buscarle uno de sus reguladores
que le de aire le voy mi latiguillo, el de dos metros que según él no serbia
para nada.
Cuando lo tengo ya tranquilo y con aire pienso de como saco
yo a este tío de aquí, no tiene flotabilidad y no puede aletear, a todo esto mi
compañero al lado mío con los ojos como platos, por lo menos sé que aire
tenemos ya que tenemos aires en las S80, pero como saco al “profesional” de aquí,
a todo esto veo que se pone andar por el fondo de la cueva dirección a la salida,
y pienso, mira en esto no va a tener problemas lo ha hecho millones de veces en
su trabajo esta gente trabaja más tiempo de pie que en flotabilidad.
Empezamos a salir y a los pocos minutos nos encontramos con
el alemán que ve la escena y flipa, me dice por señal que le pide el bibo y se
lo de que él lo va a sacar, se lo paso y cuando lo coge y ve lo que pesa se va
al fondo al final, consigue flotabilidad con el (menudo animal, recuerdo que
media dos metros y movía el RB80 con dos 20 litros como si nada) y con la ayuda
del torpedo sale disparado hacia la salida.
Conseguimos salir de la cueva, y ya solo queda volver nadando
por supervise hasta el coche.
Después de analizar la situación solo hay un único responsable
de todo esto, y soy yo por bucear con alguien que no tiene formación en buceo
en cuevas y mucho menos en buceo técnico.
Siento que sea tan largo el artículo, pero no quería omitir
detalles.
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